viernes, 16 de diciembre de 2022

La Amabilidad de un Like

 


No es mi intención con este texto asentar algún tipo de base sobre la “importancia de las redes sociales” ni darle un valor o uso más allá de lo que merece. De hecho, personalmente considero que las redes sociales, que, aunque teniendo cosas positivas, han perjudicado en varios aspectos a nuestra sociedad, sobre todo provocando un alto grado de adicción, no solo en adolescentes e infantes, sino también en una porción adulta que se ve incapaz de manejar disciplinadamente su tiempo.

Sabemos que algunos efectos dañinos que provocan las redes sociales en el ser humano, son ansiedad, impaciencia, indolencia en algunos casos, altas dosis de efímera dopamina, depresión, soledad, exceso de interés en buscar la aceptación de otros, etc... También genera en nosotros cuidar en demasía la imagen que queremos proyectarhaciéndonos publicar cierto tipo de contenido, como por ejemplo algunos tipos de comida, la maravillosa vida social que creemos tener, sitios bonitos que visitamos, nuestro arduo desempeño laboral, las perfectas relaciones amorosas o vida familiar, alguna frase intelectual robada de algún pensador, algunas selfies acompañadas de versículos bíblicos para aparentar ser más espirituales etc... o simplemente usamos las redes para espiar vidas ajenas... ¿o no?

¿Qué cantidad de personas comparte contenido espontaneo, sin editar con alguna musiquilla o con algún tipo de filtro por ahí? la verdad es que muy pocos... ya que gran parte de lo que publicamos lo hacemos pensando en mostrar y provocar algo en el espectador. De lo contrario si no tuviésemos interés en mostrar algo específico, no tendríamos redes sociales. En fin hay tanto material para exponer sobre el uso que le damos a las redes sociales, que podríamos seguir escribiendo líneas y más líneas sobre el tema.

Pero bueno, como la intención de este texto, no es ahondar en temas de los que tenemos bastante información, paso a plantear la interrogante que hoy me aqueja, una pregunta simple, sencilla, pero peculiar. Es la siguiente:

¿Qué hace que una persona conceda más o menos likes a una de tus publicaciones?

Antes de responder en tu mente a la pregunta, quiero volver a recordar que es una pregunta singular y que su respuesta se dirige a lo que escondemos en el corazón y no a un tipo de publicación específica, ni al uso en si de las redes sociales.

En otras palabras, el tema en controversia es revelar como personas con las que te relacionas continuamente, observan tus publicaciones y vida, y simplemente de un momento a otro la interacción o interés que supuestamente había, parece desaparecer. Entonces te preguntas ¿Qué habrá pasado?, porque la persona en cuestión sigue activa en los medios, la sigues viendo seguido pero apenas te habla, jamás pregunta nada de tu vida y pareciera que le gustan todas las demás publicaciones menos las que realizas tú…

El ser humano fue creado por Dios para comunicarse, relacionarse y expresarse, y eso va más allá del medio que use para realizar aquello. Sabemos en general que una de las formas más naturales para nosotros es el habla, por ende en una conversación es fácil observar en el interlocutor algunas cosas como, el tono de voz, los gestos del rostro, la mirada a los ojos, los movimientos de las manos, la postura del cuerpo, si está o no atento a lo que se habla, si realiza preguntas demostrando interés, si sabe escuchar etc.…Todas estas cosas son claramente visibles al momento de interactuar con alguien y nos pueden dar una idea panorámica del interés y aprobación que pueda haber del interlocutor hacia nuestra persona.

Antes de seguir me gustaría hacer un alto, y dejar de manifiesto que para el verdadero cristiano la aceptación proviene directamente de Dios, y esto se origina con lo que Él ha decidido revelarnos por Gracia, y del entendimiento y conocimiento que el Espíritu Santo nos da a través de su Palabra, gracias a eso podemos ser consientes de nuestra heredad como hijos de Dios  y por ende de nuestra real identidad. Hago esta aclaración para no crear confusión frente al tema expuesto y también para ser consientes de que aunque seamos hijos de Dios claramente podemos no caerle bien a todo el mundo y eso hay que asumirlo, es parte de la vida, sobre todo si llevamos un cristianismo real.

Ahora volviendo al supuesto “ostracismo” en el que algunas personas parecieran caer en las redes sociales y también en lo presencial, ¿qué le ocurre a la persona en el corazón o que nos ocurre a nosotros mismos al no querer mostrar reacción o afecto alguno?

Al parecer el guardar silencio o estar preso de algún grado de alexitimia, pareciera ser inofensivo, pero ¿Qué pasa cuando hacemos esto intencionalmente y el deseo que se esconde detrás del corazón es mostrar un claro desinterés o desprecio hacia una o varias personas específicas?

El diccionario dice que desprecio esDesestimación y falta de aprecio. Supone la negación y humillación del otro de quien se pone en duda la capacidad e integridad moral y la considera indigna. Es similar al odio, pero implica un sentimiento de superioridad.

Por otra parte la Palabra de Dios dice en Proverbios 14:21 que “El que desprecia a su prójimo peca” 

Así de concreta es la Escritura y nos confronta su inerrante verdad, la cuál no solo podemos ver en este pasaje de proverbios, si no que a lo largo de toda la Biblia podemos observar claramente que el desprecio y el desinterés hacia el prójimo es declarado abiertamente en contra de la voluntad de Dios, por lo tanto es un pecado. 

Es pecado porque nos aleja de lo que Dios quiere que hagamos con nuestro prójimo, es pecado porque al hacerlo dañamos y podemos generar un profundo dolor en nuestros cercanos y en personas que debiésemos cuidar.

Es triste observar no solo el desprecio, si no también la cobardía de personas que usan sus lugares de autoridad y púlpitos para hacer comentarios desde una posición y lugar, lanzando opiniones personales que afectan claramente a las personas que las oyen y no siendo capaces de acercarse directamente a hablar con ellas, si es que tuviese algo que arreglar con alguna de ellas. 

  •  "Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano" (Mateo 18:15)

(Aunque también he visto en varias ocasiones que, lamentablemente al aplicar este principio, hay hermanos que carecen de madurez y luego, como se dice en buen chileno "quedan atravesados" por lo tanto tratan al hermano que les hizo ver el error, de manera distante y con notoria molestia.... una pena)

Pero entonces, ¿Cuáles pudiesen ser algunas razones de este desdén y rechazo evidente?

¿Envidia, inseguridad, sentirse amedrentado por la personalidad del otro, sentir competencia, menosprecio porque es distinto a ti, molestia por algo no dicho?... en fin, desconozco el sinnúmero de razones por las que una persona puede llegar a despreciar y rechazar a otra, solo se que el silencio y el notorio rechazo generan más daño de lo que se ve. Ya que el menoscabo psicológico, emocional y espiritual de manera constante hacia una persona, puede ocasionar un profundo perjuicio del que puede no ser fácil recuperarse, sobre todo cuando viene de personas cercanas o "pastores" cristianos que supuestamente deberían interesarse, cuidarte, amarte y preocuparse por ti.

sábado, 3 de diciembre de 2022

lunes, 7 de noviembre de 2022

Carta a Sella, cuyo nombre le hace honor a su Alma / Colección: "Cartas que nunca enviaré"

 


Aunque Sella no sea tu nombre original, es así como te recuerdo y es así como te conocí. Se también que, aunque la identidad que el Señor te dio está enmudecida actualmente por el sistema opresivo en el que vives, sigue existiendo ahí dentro, en lo profundo de tu corazón y a veces te clama a gritos recordándote quién realmente eres y diciéndote que la Libertad en Cristo no es como crees vivirla en este momento... Pero se también que cuando eso sucede y te cuestionas, tratas de enfocar tu mente en otras cosas, sobre todo en aquellas sobre las que nos adoctrinan ahí dentro, para que te sientas comprometidamente agradecida de ellos por todo, aún por aquello que ha tomado lo poco que te queda libertad... y así silencias esa voz, te convences a ti misma que seguramente es el enemigo susurrándote mentiras, que claramente quiere sacarte de ahí y que te pierdas o peor aún que pierdas tu salvación... ¡hay hermana mía, si tan solo vieras la inmensidad de la gloriosa Palabra de Dios!, si pudieses sumergirte en su infinitud y descubrir que puedes nadar más allá de los límites de un estanque de agua...¡deja que te lleve Su corriente!, ¡deja que el Espíritu Santo dirija tu alma a ese mar de aguas puras que contienen la inagotable verdad del conocimiento de su Palabra! cuan gozosa volverías a ser, cuantos deleites probarías en la vastedad de ese mar, cuanta tranquilidad tendría tu corazón al entender que la muerte de Cristo fue suficiente al morir por ti en la cruz y que la salvación que te dio no la puede arrebatar nada ni nadie. ¡Hermana mía, eres libre en Cristo, eres salva!

Te quise desde la primera vez que te vi, mi corazón supo instantáneamente que seríamos hermanas de verdad, no de palabra como suelen hacerlo algunos, si no de aquellas que abren sus corazones y se muestran tal como son, que piden ayuda y la dan, que se entregan de palabra y de hecho, que hablan con sinceridad y que buscan la hermandad con el deseo ferviente de servir al Señor.

Soñábamos e inventábamos historias en que algún día nos volveríamos viejitas y seguiríamos viviendo en el país de las montañas y caminaríamos por esos cerros que tanto amábamos, predicando a nuestro Señor, cuidando a los niños, a nuestros hijos... ¿lo recuerdas?

Vivimos tantas cosas juntas, tantas y tan intensas, reímos siempre con demasiadas ganas y volumen (eso a veces nos trajo problemas), lloramos juntas otras tantas, algunas con demasiado dolor, el cuál nos terminaba llevando siempre a los pies de la cruz, confiando en la soberanía de Dios (aunque la entendiéramos poco en ese tiempo)

Es imposible olvidar aquel precioso árbol de pomme que con su sombra cubría nuestro tiempo de buscar al Señor, oramos, ayunamos y leímos juntas la Palabra tantas veces ahí, confiadas en que el Señor respondería y cambiaría cosas. Muchas de esas oraciones fueron respondidas y otras con su silencio nos hizo entender que no eran su voluntad. 

Hay demasiadas cosas que vivimos en esos años y ambas sabemos que se podría escribir un libro...

Antes de mi salida, decidí no contarte que me iría, ya que se que tu vida y tu familia están demasiado comprometida ahí dentro y sabía también que no me entenderías, el adoctrinamiento es demasiado fuerte para poder tener pensamiento propio o sentido común, eso ahí no existe y sólo nos conformamos con obedecer las reglas humanas que son las que nos prometen salvación. 

Tampoco ahora tengo certeza de que mis palabras encuentren espacio en tu alma, es probable que pienses o te lleven a pensar que intento manipularte con mi cariño a distancia o cosas de ese estilo que para ellos son normales decir. Pero no, no hay nada más lejos de eso, mi amor sigue intacto hacia ti y tu familia y deseo fervientemente que la Gracia de Dios te lleve algún día a que puedas ver en la Palabra, lo que yo y otros hermanos hemos visto, y que nos ha otorgado la verdadera libertad y deleite en Jesucristo. No hay nada que desee más para ti que esto, mis oraciones están contigo y por aquellos que sigo amando. 

El Señor es bueno, fiel, justo y soberano, y jamás abandona a los que son sus hijos verdaderos. Ahí está y estará siempre mi confianza.

Te amo y sigo aquí para ti.

viernes, 28 de octubre de 2022

Estacas Espirituales

 


¡Entraron de nuevo animales al sitio!, se escuchó el grito de uno de los misioneros, al ver cabritos nuevamente en el terreno que pertenecía a la misión. Esto era complejo para nosotros, ya que lo sembrado era para consumo, por lo tanto, siempre había que estar atentos y cuidar los primeros brotes de las verduras o árboles que se habían plantado.

Rápidamente uno de los líderes del lugar determinó que había que hacer algo pronto para impedir que esto siguiera pasando. Sin pensarlo mucho dijo: “¡Hay que poner estacas espirituales! ...” Yo pensé para mis adentros: “Esto lo hemos hecho ya varias veces… y los cabritos y lugareños siguen entrando de igual forma al terreno, ¿por qué será que no resulta?” En esos años yo creía todo lo que me decían y aunque no me cuadraban del todo algunas de sus afirmaciones doctrinales, finalmente siempre terminaba cediendo internamente, ya que te enseñaban que esos cuestionamientos claramente provenían de tu poco entendimiento y de la ceguera espiritual de la que eras preso; y para culminar su argumento, sumaban a eso tu supuesta falta de fe. Esto último fue lo que justamente el líder afirmó que pasaba, según su percepción de la situación, era culpa de la falta de fe de los misioneros el que siguieran entrando animales y personas ajenas al terreno de la misión.

Se procedió entonces a juntar a todos los misioneros y realizar una caminata de oración en el sitio para poner “Estacas Espirituales”. Cuando íbamos de camino, se juntaron algunos palitos que servirían para enterrar en la tierra como estacas visibles, de lo que pasaría espiritualmente. Nos detuvimos en uno de los primeros lugares que designó el líder y nos indicaron que oráramos por protección del lugar, oramos también para desatar el poder de Dios en aquel terreno y atamos toda estrategia del diablo que tuviera planeada para nosotros en aquel lugar. Todos pusimos nuestro mejor esfuerzo en hacer con fe dicha oración y que finalmente funcionara.

Con el pasar de los días, parecían haber funcionado las Estacas espirituales, pero al cabo de unas pocas semanas, volvieron a entrar animales y también lugareños y así fue por los cuatro años que estuve ahí. Incluso años después, no solo seguían entrando animales, si no que los lugareños se tomaron el lugar de manera violenta, alegando sus derechos sobre las tierras y otros temas por los que ellos estaban molestos. A esto también se le suma que los alcaldes del pueblo siempre trataron de que se les devolviese aquel terreno, alegando que era una especie de patrimonio y que los papeles de venta del lugar no eran verdaderos.

Claramente, no funcionó, ¿habrá sido por nuestra falta de fe?, o ¿no atamos lo suficiente al diablo y siguió haciendo de las suyas por doquier?, ¿qué fue lo que realmente pasó?

Evidentemente el hecho de que los animales entraran al sitio por algún lugar,  no pasaba por nuestras manos, y era bastante lógico que con un terreno abierto en varias partes, los animales podrían entrar sin problema a pastar, aunque estuviese cubierto de estas “estacas místicas”. Tampoco era evidencia de nuestra supuesta constante falta de fe, ya que varios de los misioneros que ahí vivíamos teníamos un amor real al Señor y todo lo que hacíamos, lo realizábamos con la convicción de que era para nuestro Padre y los tiempos de oración grupales y personales solían ser fervorosos con los ojos clavados en nuestro Señor. (Por eso sigo con la esperanza de que algunos de ellos serán rescatados por el Señor, y ya lo está haciendo)

Pero entonces, ¿qué pasó?. Todo comienza con una mala interpretación de las Escrituras...

La principal de ellas, y en la que me enfocaré, es su interpretación del rol de satanás en la tierra, al que en muchas ocasiones le dan una autoridad similar o superior a la de Dios, diciendo que muchos de los males que nos sobrevienen como cristianos son producto solamente de la mano de satanás y que Dios, seguramente no se dio cuenta de lo que el diablo estaba haciendo, por lo tanto quedamos totalmente expuestos al poder del maligno y eso nos dañó. Frente a esto no encuentran más remedio que ponerse a atar, desatar, decretar, o declarar cuanta cosa se les ocurra... olvidado la obra de Cristo y su total suficiencia en nuestras vidas,

La Palabra nos enseña claramente que el diablo si existe, tanto en el Antiguo como en el Nuevo testamento vemos su constante actividad de mentir, tentar, dañar, y hacernos dudar de la soberanía y amor de nuestro Padre. Y sabemos también que estaremos expuestos a esto hasta que vuelva nuestro Señor. Aún así podemos ver siempre acompañando a cada una de las obras del diablo, la excelsa SOBERANÍA de Dios, ¡ohhh cuán agradecida estoy de poder degustarla cada día y descansar mi agitada alma en su reconfortante firmeza! cuando el Espíritu Santo nos hace conscientes en mente y corazón de su soberanía y nos permite ver esta dulce verdad en su Escritura, todo el escenario cambia. Cambia porque entendemos como dice el teólogo A. Pink "Decir que Dios es soberano es declarar que Dios es Dios. Decir que Dios es soberano es declarar que Él es el Altísimo, que “él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?” (Dn. 4:35). Cuando discernimos esto, estamos lúcidos del mal, pero por sobre el, la victoria de nuestro Cristo y que nunca será destronado. 

Un pasaje que abrió mis ojos fue el comienzo del libro de Job, en donde no solo observamos como satanás tiene un permiso otorgado por Dios para asechar a la humanidad, si no que en especifico es Dios mismo quien propone el tema: "Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? (Job 1:8) Amigo que lees esto, no hay absolutamente nada en la obra de satanás que pueda ir en contra de la voluntad de Dios para tu vida, aún aquellas cosas que nos han causado dolor, son parte del plan redentor para nuestra vida y salvación.

Esta y otras prácticas heréticas, son de las que hoy muchas iglesias en Latinoamérica están cautivas y que lamentablemente llevan a las personas a vivir un cristianismo místico, en dónde no solamente usan la oración como una práctica utilitaria que los proteja de males, sino que además transforman a Dios mismo en una especie de talismán, dejando de lado y sin valor alguno el conocimiento verdadero de las Escrituras, el cuál inevitablemente llevará a un alma nacida de nuevo a adorar y a deleitarse en Cristo mismo, a desear obedecer y a ser guiada por su Espíritu Santo.

viernes, 7 de octubre de 2022

Oración Teofóstica

 

De los muchos componentes nocivos que podemos encontrar en una organización de carácter carismático y sectario, creo que éste es uno de los más rebuscados. No recuerdo haber oído de oración teofóstica en otro tipo de congregaciones, ni en entidades de carácter similar. Incluso cuando he nombrado esto a personas con bastante conocimiento de prácticas extrañas que suelen darse dentro de contextos carismáticos, me han dicho que nunca han oído hablar de aquello.

La “oración teofóstica” para esta organización, consistía en la creencia de que todo mal existente en el ser humano, (el cual ha producido grandes quebrantos en tu vida) tuvo que tener un comienzo, es decir hubo un inicio donde esa semilla de maldad fue plantada. Hasta ahí, la descripción parece bastante lógica y no se escapa grandemente de las verdades que en general entendemos los cristianos. Nuestra naturaleza caída ya es dañina y pecaminosa de por sí, y claramente eso trae consigo grandes dolores a nuestra vida. Lo extraño comienza en como ellos abordaban este mal desde su particular perspectiva de “sanidad”.

Para ellos el Espíritu Santo tenía un rol muy importante en esto, pero que iba más allá de la sanidad que trae la regeneración y justificación de Cristo a nuestra vida. Ellos proponen que, mediante una oración guiada, el Espíritu Santo puede llegar específicamente al punto exacto en donde se produjeron los grandes quebrantos de tu vida y así, al tu poder visibilizarlo, es que llega supuestamente la sanidad.

¿Pero cómo funciona en la práctica?

Una persona te guía en esta oración, por lo general era algún psicólogo o líder de la organización. Te piden que cierres los ojos, que te relajes y pongas especial atención a lo que sientes, tus emociones. Que recuerdes algunas de las primeras veces en donde sentiste vergüenza y dejes vagar tu mente, para que “el Señor” traiga lo que él desea que veas. Esto pueden ser imágenes, frases audibles, colores, objetos, sentimientos etc… El abanico puede ser tan amplio como la imaginación que tengas, ya que no se descarta nada y la persona que te guía no puede poner en duda “tus visiones”.

Querido amigo, me detengo en este punto a preguntar y reflexionar

¿Puedes darte cuenta de la inmensidad de cosas que pueden venir a tu mente en un estado como ese?

¿Cuál realmente es la fuente de donde provienen estas imágenes y sensaciones?

Yo, personalmente fui sometida a terapia de “oración teofóstica” en dos ocasiones. La primera fue breve pero intensa, y ocurrió en la época en que era alumna en su centro de estudios durante el año 2012. La segunda, fue en el año 2017, donde las sesiones abarcaron casi un año entero y yo me encontraba de regreso en Chile, después de haber recibido abusos de tipo emocional, sicológico y espiritual, durante el periodo en que fui misionera en el país de las montañas. Era tan evidente mi deterioro físico y emocional por varias situaciones vividas (sobre todo el último periodo), que siempre pensé que de alguna forma estaban un poco conscientes de su culpa y me "regalaron" esas sesiones de oración teofóstica para, supuestamente, sanarme.

Las sesiones realizadas a los alumnos de su centro de estudios, eran masivas y terminaban con tremendas escenas catárticas de parte de los alumnos y en algunos casos también con sus muy frecuentemente practicadas “liberaciones de demonios”. Recuerdo que muchos quedábamos tan vulnerables emocionalmente que sólo queríamos quedarnos encerrados en las piezas y no hablar con nadie durante algunos días, ya que las cosas que habíamos visto y sentido nos habían dejado destrozados y muchas veces confundidos en relación a nuestra infancia y entorno familiar.

Pero, ¿qué es realmente la oración teofóstica?

Es una práctica de índole espiritista ocultista, ligada al psicoanálisis y la hipnosis. Espiritista y ocultista porque les atribuyen a espíritus y demonios (según su creencia) un poder que puede ir más allá de la soberanía de Dios. Está ligado al psicoanálisis porque dentro de sus orígenes contemplan a personas como Mesmer, Freud y Carl Jung, los cuales son considerados precursores de la psicología moderna y experimentaron no solo con la ciencia si no también con el ocultismo, supuestas energías y también el hipnotismo.

Es completamente hipnótico, porque entras en una especie de trance, o meditación profunda en donde eres sugestionado por un tercero que estimula con palabras suaves tu imaginación, para que puedas ir conjeturalmente al pasado y ver los males que te afectaron desde ese entonces.

Como muchos saben, soy actriz de profesión, pero siempre me ha interesado buscar en las actividades que realizo, áreas específicas en donde me pueda vincular de manera más personal con las personas y así poder ofrecer mi ayuda de alguna manera a quien lo precise. Fue así entonces que, movida por este principio, en el año 2009 pude cursar en la Universidad de Chile un diplomado en Dramaterapia, en donde el teatro y la representación se mostraban como valiosas herramientas para la sanidad de la gente.

Ahora, ¿por qué comento esto?, porque curiosamente el proceso de las terapias de drama terapia o psicodrama que se llevaban a cabo, eran muy similares a la práctica de la “oración teofóstica”. Como antes mencioné Carl Jung, marcó históricamente la psicología y tiene directa relación con el psicodrama en donde se privilegiaba el trabajo con imágenes y se da una alta relevancia a los sueños y su simbolismo, al igual que en la oración teofóstica. El uso de estas técnicas para llegar a situaciones pasadas, son muy similares en ambas prácticas.

¿Hay algún argumento bíblico que sustente este tipo de prácticas?

No, no existe nada en la Palabra de Dios que fundamente prácticas como éstas. Es más, todo lo que aparece en la Escritura ligado al ocultismo, la hipnosis o los adivinos, se ve claramente que no son del agrado de Dios y son tajantemente condenadas. Así lo demuestran algunas escrituras:

  • "No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti" (Deuteronomio 18:10-12)
  • "En cuanto a la persona que vaya a los médiums o a los espiritistas, para prostituirse en pos de ellos, también pondré mi rostro contra esa persona y la cortaré de entre su pueblo" (Levítico 20:6) 
  • "Y cuando os digan: Consultad a los médiums y a los adivinos que susurran y murmuran, decid: ¿No debe un pueblo consultar a su Dios? ¿Acaso consultará a los muertos por los vivos? (Isaías 8:19)

Queridos amigos, la consejería, que tiene como eje central la psicología y utiliza así engañosamente la Palabra de Dios para introducir prácticas ocultistas, claramente no tendrá un buen final ante los ojos de Dios. No nos encandilemos con supuestas prácticas sanadoras que nos prometen muchas cosas, pero se alejan de como Dios en su Palabra dice que sanará a su pueblo.

¡Volvamos a Él, volvamos a sumergirnos en la totalidad de su Escritura y así poder deleitarnos y sanarnos en quien es Él, con un conocimiento sano y adecuado de su Palabra! y lograr decir con el salmista:

"Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias" (Salmo 103:1-3)

martes, 27 de septiembre de 2022

Él puede, tú no

Debo haber perdido la cuenta sobre la cantidad de veces que escuché frases como: "tú eres espiritual, él no", o "él es espiritual y ella no", o "ella no puede, porque es humanista" etc... Además de ser frases muy categóricas, hacían claramente una división entre cierto tipo de personas que, según el criterio de ellos, eran más o menos espirituales que otros.

 Pero, ¿cuáles eran esos criterios?

No dependía del nivel de conocimiento de la Escritura, ni comunión con Dios, claro está. El ser más espiritual para ellos, depende del grado de obediencia y sumisión que se le tiene a la autoridad y a líderes de la iglesia, en particular a Grimelda. Si le obedeces ciegamente sin cuestionar nada, de seguro ganarás su favor y te tendrá dentro de sus favoritos de la Elite.  Hay algunos que creímos firmemente en este falso principio, el cual entendíamos era Bíblico, y que según el libro Autoridad Espiritual de Watchman Nee, (el cual enseñan como lavado de cerebro en sus lugares de estudio) al obedecerle a una autoridad de la iglesia, estás obedeciendo directamente a Dios... ¡Oh, cuanto daño se le ha hecho a las ovejas y a la iglesia según esta torcida doctrina!

Algunas citas de este libro son:

"Porque la autoridad del hombre representa a Dios mismo, mientras que su poder representa sus hechos. El pecado contra el poder es perdonado con más facilidad que el pecado contra la autoridad, porque este último es un pecado contra Dios mismo"

No miremos al hombre, sino solo a la autoridad de qué está revestido. No obedecemos al hombre sino a la autoridad de Dios en ese hombre… Estamos en el camino equivocado si antes de obedecer a la autoridad nos encontramos primero con el hombre. Lo opuesto es el camino correcto. Entonces no importará quien sea el hombre”.

Si bien la Biblia enseña que Dios establece las autoridades y por ende nos insta a someternos y obedecer a ellos, el pasaje (Romanos 13:1) se refiere específicamente a las autoridades de gobierno e implica un sometimiento de forma apropiado, es decir lo correcto para relacionarse con cualquier autoridad en general, jamás pasando a llevar principios morales, ni menos la dignidad de las personas. Por otra parte, cuando habla específicamente de los líderes o pastores de iglesia, (Hebreos 13:7) dice que al observar el resultado de la conducta de estos, imitarlos. Lo cual evidentemente implica que el cristiano tiene el deber de observar con detención y examinar bajo los principios de la Palabra la conducta de los líderes.

Claramente, el contenido medular del libro “Autoridad espiritual”, es totalmente contradictorio a la libertad que tiene cualquier cristiano de observar, analizar, cuestionar e incluso pensar algo distinto a lo que pudiese plantear un líder (si no son asuntos de primer orden, no debería ser problema). Pero esta organización traza una doctrina propia e impone una autoridad humana que vine a ser la imagen de Dios mismo, a la cual evidentemente no se le puede cuestionar absolutamente nada, ya que al hacerlo estás cuestionando directamente a Dios y por ende puedes perder tu salvación.

Bajo este régimen, es que se deciden muchas cosas sobre los miembros de la organización. Algunas de ellas involucran incluso separar parejas y matrimonios ya constituidos. Así fue el caso del matrimonio de Blas y Marta, donde según la mirada de los líderes, él si era lo suficientemente espiritual, pero su esposa no. "Él puede, tú no"

Todo comenzó cuando se dio inició al lugar de estudios de la organización y Blas fue enviado desde su país natal a estudiar en dicho lugar y su esposa se volvió a su país de origen. Todavía recuerdo cuando a los alumnos se nos avisó que llegaría este nuevo compañero y Grimelda muy sueltamente nos dice: "es un hombre tan encantador, pero lamentablemente está casado... una pérdida, lo lamento por ustedes", Recuerdo haberme sentido incómoda con el comentario y algunas soltamos una risa nerviosa para salir del paso, pensaba en qué hubiese pensado la esposa de aquel hombre si hubiese escuchado eso, de seguro se sentiría mal, por mucho que ella (supuestamente) no estaba a la altura espiritual de los demás, era su esposa y eso se debía respetar.

Esa separación entre ellos duró más de 2 años, sé que Blas sufrió mucho, lo vi orar largamente y hacer ayunos por ella. Él también estaba convencido de que era la voluntad de Dios y tampoco nunca fue capaz de tomar su rol de hombre y esposo para defender su matrimonio, siempre dejó que ellos gobernaran todo en su vida.

Después de un tiempo, Marta pudo venir a su encuentro y ambos quedaron viviendo en el lugar de estudio. Se imaginarán ustedes que, por las características de esta organización, ninguno de ellos lo pasó muy bien ahí dentro, los conflictos que tenían eran visibles a muchos y si no tenías como enterarte, no había problema, por algún lado sabías, ya que la "confidencialidad pastoral" ahí es solo un mito, y tarde o temprano terminarán contando cosas tuyas a otra persona. Sobre todo, si ya no eres parte de su organización, o ¿no han hablado cosas también de mí ahora que ya no estoy?...

Pasaron algunos años y nuevamente los caudillos decidieron separarlos. Otra vez: "Él puede, tú no". Esta vez Blas volvería a su país de origen como misionero, ya que el sí era espiritual y Marta se quedaría en Chile y yo la tendría viviendo en mi casa, puesto que como le faltaba espiritualidad, tendría que encargarme de ayudarla a cambiar y que diera frutos para que quizás en algún momento pudiesen estar juntos de nuevo.

Queridos amigos, ¿se imaginan ustedes el dolor de ese matrimonio?, separados nuevamente por "causa de la fe". Tuve a Marta muy cerca todo ese tiempo y la vi sufrir tremendamente, al mismo tiempo en que yo era "dirigida" por los líderes para tratar de convencerla de que aquella separación era la voluntad de Dios. Ni yo misma estaba convencida de aquello...

Recuerdo que en ese entonces mi conocimiento de las Escrituras era muy vago, así que me dedique a buscar por internet, si existían verdaderas razones bíblicas para que un matrimonio fuera separado "por causa de la fe", como nos habían hecho creer ellos. Nunca encontré nada, ni una sola escritura que avalara esa cruel acción. Y es que verdaderamente no la hay. La Palabra de Dios dice en Mateo 19:6 "Por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre", si bien Jesús cita esta escritura para aclarar una duda sobre el divorcio, el principio de división con el que esta organización actúa, ha terminado lamentablemente en algunos casos en el divorcio de algunos de sus miembros. La Biblia fomenta la unidad del matrimonio en su más amplio sentido y nunca la división de este en ningún sentido.

Sé que los líderes de la organización del país natal de Blas, mintieron sobre las verdaderas razones de por qué Marta no había llegado con él al país.  Me pregunto entonces... ¿Por qué mentir?

¿Miente acaso el que sabe que hace lo recto ante los ojos de Dios?

Planteo nuevamente la misma pregunta de mis escritos anteriores:                                             

¿Hasta qué punto es lícito bíblicamente, que una autoridad pueda intervenir tanto en la vida de sus miembros hasta llegar al hecho de separar matrimonios, como lo hicieron con Blas y Marta?

Se que al día de hoy Blas y Marta están juntos nuevamente, pero sé que lamentablemente siguen siendo parte de la organización. Y así como los separaron a ellos, han separado a otras parejas y matrimonios, y lo seguirán haciendo según sus conveniencias y torcidas creencias

Espero que el Señor les ayude a los que aún siguen ahí y puedan abrir los ojos y salir para tener una verdadera vida cristiana, dentro de una iglesia sana, sin angustia ni temor.

Marta, si en algún momento lees esto, quiero que sepas que me arrepiento de haberte tratado de convencer de aquello. Perdóname, ahora sé que separar matrimonios no es la forma y que los verdaderos cambios los produce el Señor, en su tiempo y a su forma.

domingo, 25 de septiembre de 2022

Historia de la Princesa y el sapito

Había una vez una linda princesa llamada Ana, que vivía en una apartada comarca de la región y se esmeraba al igual que varios de sus habitantes, sirviendo con un corazón honesto y obediente a su Rey. Esto realmente la llenaba de gozo y se esforzaba por ello cada día, creciendo en los principios y ordenanzas, que ella creía, venían del Rey mismo.  Sin embargo, quien realmente determinaba los estatutos de aquel cerrado distrito, era una mujer llamada Grimelda, persona seductora y hechicera, a quien por cierto todos adoraban y rendían culto dado sus supuestos dotes de poder y adivinación.

Esta princesa tenía el anhelo de poder encontrar al príncipe indicado y así poder formar una sólida familia que sirviera al Rey de por vida, este era también el deseo de muchas otras bellas y serviciales princesas, pero para muchas los años fueron pasando y vieron diluirse sus sueños y anhelos entre supuestas visiones y eternas esperas...

Un día la princesa Ana, caminaba tranquilamente por un puente, el cual solía visitar para hablar con su Rey. Mientras se encontraba concentrada en su conversación, comenzó a escuchar el croar de un sapito insistentemente. Al buscar con su mirada de donde venía el sonido, se dio cuenta de que había un sapito sobre un nenúfar, el cual la miraba fijamente con clara intención de hablarle. Sin mucha cautela y con poda delicadeza, el sapito saltó rápidamente a la baranda del puente y le dijo a Ana si le gustaría conversar con él. La princesa titubeó un poco, ya que le pareció un poco apresurada su intervención, pero poco a poco accedió, pues las posibilidades de conversar con otros sapitos eran muy escasas.

El sapito, el cual llevaba por nombre Bebai, avanzó rápidamente en la conversación y le propuso juntarse a hablar cada tarde en el mismo lugar para conocerse. La princesa aceptó, puesto que el sapito gozaba de cierto "adquirido prestigio" dentro del distrito, aunque bien sabían los sapitos cercanos y algunas princesas que poco o nada le gustaba trabajar y qué más le acomodaba dirigir obras y observar el trabajo de otros.

A los pocos días de conversación entre ambos, la hechicera Grimelda ya se encontraba al tanto de toda la situación, y como era su costumbre, ya había dirigido a ambos con sumo detalle en como debían seguir relacionándose. Ya que como buena hechicera, tenía información privada de ambos y sabía muy bien como poder utilizarla.

Con el pasar del tiempo, la princesa Ana, comenzó a sentirse enamorada del sapito Briar, y parecía que él correspondía también su amor. Las cosas marchaban bien, curiosamente Grimelda estaba muy de acuerdo con esta unión, actitud no habitual en ella, ya que por su excesivo perfeccionismo y narcisismo nunca se encontraba complacida y satisfecha con nada, menos con una unión de pareja con deseos de formar una familia, puesto que ella misma era desdichada en su connubio, pretendía y aspiraba con eso que ojalá muchos abrazaran la soltería, porque evidentemente siempre es más fácil controlar y manipular a una persona sola que aun fuerte cordel de tres hilos como lo es el matrimonio.

Una bella tarde, el sapito Bebai, decidió dar un gran salto y le propuso matrimonio a Ana. La princesa, muy emocionada, no dudó en responderle y en el mismo momento le dijo: "¡Acepto!". Todos a su alrededor se llenaron de alegría, ya que como antes mencioné, no era usual que alguien contrajera matrimonio ni menos con el camino tan despejado como era el caso de este.

Comenzaron los preparativos e incluso los proyectos futuros con viajes para servir a su Rey en otras comarcas, todos querían ser parte en ayudar a la pareja, pero Briar parecía inquieto y se podía ver claramente que no lograba disfrutar de los preparativos de su boda.  Un día de aquellos, mientras organizaban detalles, Ana notó que algo le sucedía al sapito y le preguntó si se sentía bien, a lo que Bebai respondió que no estaba bien y que necesitaba hablar con ella. Ambos se sentaron frente a frente, Ana notó un alto grado de nerviosismo y angustia en Briar y ella misma también comenzó a ponerse nerviosa. En plena tensión, Briar sin mucho cuidado, le dice que hay algo de él que necesita contarle, y de su gran bocaza sale la siguiente frase: -"me gustan los sapitos, ... no las princesas", para Ana el tiempo comenzó a correr lento y pensó que quizás ella no estaba entendiendo bien. Así que pregunto: - "¿cómo?, ¿cómo que te gustan los sapitos y no las princesas?

Eso mismo le dijo el sapito: - "me gustan los sapitos como yo, y no creo que pueda convertirme en hombre con un beso tuyo para que me logre enamorar de ti"

La princesa quedó destrozada, no entendía como el sapito había hecho tal cosa, porque le había hecho creer que la podía amar, cuando en realidad él no podía sentir afecto natural por una mujer. Lo más triste de todo es que Grimelda y otros cabecillas de la comarca estaban al tanto de la situación del sapito Bebai y sabiendo aquello, impulsaron una relación fundada en la mentira y que además era imposible llevar a cabo.

Yo no juzgo al sapito por su condición, si el sapito no ha dado rienda suelta a sus deseos lujuriosos y ha decidido luchar en contra de ellos, está bien, que el Señor le ayude y tenga misericordia de su vida. Sé que El verdadero Rey es capaz de renovar la vida de cualquiera que sea hijo.

Pero querido amigo, mi intención acá no es enfocarme en la princesa y el sapito, sino en el gobierno que ejercen los caudillos de esta comarca. Piensa, ¿qué tipo de persona es capaz de hacer algo así?, de fomentar una mentira y dañar tanto a una persona innecesariamente, para luego darse cuenta de que su plan no funcionó y entonces decirle descaradamente a la princesa que fue "una prueba" del Rey a su vida.

¿Bajo qué principios pueden los líderes controlar tanto la vida de una persona?

¿Es válido el engaño para lograr un propósito?

¿Estará de acuerdo el Rey con esta manera de actuar?

Amigo, si no logras ver lo que aquí expongo, te invito a que leas y estudies a profundidad el Libro del Rey y vayas viendo con tus propios ojos cuál es Su verdad y lo compares con lo que te han enseñado falsamente.

miércoles, 16 de marzo de 2022

Misericordia


Quizás en medio del desorden de la pieza parecía todo muy confuso y más aún al despertar cuando la vida misma no ha tomado su forma real y las ideas recién comienzan a hacer el esfuerzo de acomodarse en la cabeza… aun así fue en medio de ese escenario que al abrir los ojos y sentarme en la cama, vi la Misericordia de Dios y entendí quizás, por primera vez, que era mucho más grande de lo que yo lograba distinguir.

Ya ha pasado más de un año desde que abrí los ojos y pude ver la triste condición que me rodeaba. No fue fácil el proceso de despertar porque el dolor del engaño es demasiado grande, sobre todo cuando son tantos años compartidos y también hay tanto cariño de por medio. Asimismo, pude ver desde el principio el amor de Dios, expresado tan concretamente en su misericordia al remecer mi espíritu en medio de la burbuja en la que estaba y así poner temor en mi corazón de que, al permanecer ahí, seguía haciéndome parte de cosas que bíblicamente no tenían fundamento y que además moralmente no son dignas de ser vividas por nadie.

Esa mañana de diciembre del 2020 me sentí libre otra vez después de muchos años y estaba profundamente agradecida de Dios. Era una libertad muy similar a cuando recién me convertí, volví a sentir esa emoción pura de abrir los ojos a la realidad, a ese oxímoron precioso que se forma en la dolorosa alegría, en donde ves la funesta situación en la que estás, pero al mismo tiempo estás siendo rescatada, amada sin merecerlo y totalmente protegida.

Ya no estaba sometida a la autoridad de una organización coercitiva, que me controlaba y manipulaba bajo la fachada de lo que ellos llaman “cuidado pastoral”, tenía libertad en Cristo de verdad, libertad sustentada en su Palabra, la que por misericordia me había despertado, después de tantos años nuevamente a su verdad.

“Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna” (Hebreos 4:16)